cuentos redondos
cuento redondo

Los cuentos redondos y la compresión lectora

Mediante las capacidades perceptivas y a través de los órganos de los sentidos captamos los estímulos del mundo exterior y los seleccionamos de acuerdo con su significatividad o proximidad (Vigotsky). En el plano del lenguaje, que es el que nos ocupa, los niños y niñas perciben estímulos fundamentalmente visuales y auditivos (formas, sonidos, personajes, acciones, movimientos, posiciones, espacios, colores…) de forma contextualizada, lo que permite que la construcción de los conocimientos resulte especialmente asequible.

Mediante las capacidades cognoscitivas registramos la información percibida y la procesamos de acuerdo con una serie de funcionalismos que tienen que ver con los conocimientos previos, las asociaciones lógicas, la memoria, la estructuración y coordinación espacial y temporal… Relacionamos así lo que vemos y oímos con lo conocido, lo situamos fuera o dentro de nuestro ámbito e incluso le ponemos nombre para facilitar su identificación y aprehensión.

Por último, mediante el desarrollo de las capacidades sensoriomotrices logramos expresar todo lo procesado en forma de lenguaje oral o escrito, poniendo en juego destrezas básicas como la psicomotricidad fina (direccionalidad, coordinación óculo-manual, coordinación segmentaria, etc.) y la comunicación oral.