La naturaleza nunca previó que alguien del sexo débil llegara a ser trompetista o trombonista. En primer lugar, las mujeres no son tan fuertes como los hombres para tocar instrumentos de viento... Además, no pueden lucir su belleza mientras tocan instrumentos de la familia de los metales, ¿y porqué deberían estropear su imagen?
(Gustave Karker.
“Opiniones de algunos directores de Nueva York sobre las mujeres en las orquestas”,
Musical Standard 21. 2 de abril de 1904)
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