En la introducción, se explica la importancia que tenían los escribas en el antiguo Egipto. Además de una buena posición social, dominar el arte de la escritura (es decir, de los jeroglíficos) significaba alcanzar la inmortalidad a través de los papiros y las inscripciones que debían durar toda la eternidad. Partiendo de este principio, este libro se convierte en un detallado manual con el objetivo de enseñarlo todo o casi todo sobre los jeroglíficos: cómo interpretarlos y cómo escribirlos. La narración, muy bien estructurada y ejemplificada con valiosas imágenes, despierta curiosidad y ganas de convertirse en un auténtico escriba. |