Principalmente, este volumen nos presenta un Ramón y Cajal niño. A través de las peripecias infantiles, el autor nos descubre el carácter intrépido, inconformista y soñador de quien será uno de los científicos más prestigiosos de España. Su afición por la pintura y la prohibición de su padre, médico de profesión, de acercarse a ella, le llevarán a experimentar la manera de poder dibujar a escondidas con unos colores fabricados por él mismo. Según narra su amigo de infancia, un ficticio Arnaldo Aranda, esa inquietud por plasmar la realidad y los ingeniosos métodos que inventa para hacerlo serán una buena base para encontrar la manera de teñir neuronas y observarlas a través del microscopio. |