Es como un atlas de anatomía abordado desde un punto de vista filosófico. Se presentan las distintas partes del cuerpo humano (el cuerpo que somos y no tanto el que tenemos, dicen los autores) con sentido del humor, incluso con un punto irónico, ofreciendo explicaciones claras, muy gráficas, sobre cómo funciona todo. Son explicaciones que, aparte de hacernos sonreír, logran aclarar conceptos que no siempre se captan a la primera. La ilustraciones, muy esquemáticas y nada parecidas a las que habitualmente aparecen en un atlas anatómico, ayudan también a la comprensión de los conceptos explicados. Al final, en un apartado llamado “Higiene y curiosidades” se presenta una especie de glosario con frases lapidarias que también invitan a la reflexión y a la sonrisa. |