cuentos redondos

Canción de la rana

El cuento del rana

Presentación mediante formato redondo

Estamos, como en el caso de la pulga y el piojo, ante un texto totalmente formulístico que puede servirnos como ejemplo de la aplicación del sistema circular a canciones y retahílas.
Normalmente, la interpretación de esta canción se convierte en un laberinto similar al de los trabalenguas, pero deja de ofrecer dificultades con el apoyo de las imágenes, en esta ocasión con una nueva variante en el formato: personajes que no aparecen al girar sino al destapar un espacio oculto.

Concretamente se trata de una sencilla flor con los pétalos plegados que van abriéndose para mostrarnos el siguiente personaje y dar lugar a la siguiente estrofa. Si en lugar de realizar los pétalos redondeados los hacemos en forma de triángulos, la flor se convierte en una estrella y puede generar otras historias.