Elogio del viento en los árboles
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  • A los profesores

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    Si el espacio llorase,
    como pretende la nube,
    el viento sería una historia de lágrimas.

    En el polvo toco
    los dedos del viento.
    En el viento leo
    la escritura del polvo.

    El camino no puede avanzar de verdad
    más que a través de un viento dialogante
    con su propio polvo.

    El viento posa la mano derecha
    en el hombro de la rosa
    y se mete la izquierda en el bolsillo.
    Viento: ladrón de perfume.

    El viento es el dialecto
    en la naturaleza.
    La luz es la lengua culta.

    El aire:
    único amante
    con quien baila la rama
    mientras se dispone a acostarse
    con otro amante.

    Vientos: cuerpos que caminan
    con pies invisibles
    como de ángeles.

    Viento: palabra confusa que murmura
    el silencio cósmico.

    El viento enseña silencio
    aunque no cesa de hablar.

    Hoy,
    triste por el aire enfermo,
    la adelfa no ha bailado.

    Al árbol le gusta entonar canciones
    que el viento no recuerda.

    Viento: puerto único,
    movimiento perpetuo
    hacia lo desconocido.

    Elogio del viento en los árboles. Alí Ahmad Said.

    Traducción de Mª Luisa Prieto