La memoria de los vientos

Índice

A los lectores

A los profesores

Sopla el viento

Capítulo 1: Mediterráneo I

Capítulo 2: Mediterráneo II

Capítulo 3: Archipiélagos reales, islas imaginarias

Chapter 3: Real archipielagos, imaginary islands

Capítulo 4: El viento del norte

Los nombres del viento

Orientaciones Didácticas

Procedencia de los textos

Bibliografía

Anexos

Epílogo en las ramas

Créditos

El verbo latino venire (venio, -is) equivale al español venir, pero los autores clásicos le habían dado una amplia gama de significados, tales como ‘avanzar’, ‘atacar’, ‘nacer’ (el sol o un astro), ‘resultar’ (en el sentido de ‘ser producto de una operación aritmética’). Virgilio decía aquila veniente para significar ‘cuando el águila cae (sobre las palomas)’, y Cicerón usaba venire contra alienum con el sentido de ‘entablar un juicio a un extranjero’. El supino de venio es ventum, de donde procede ventus, -i, que dio en español viento. Y también ventura y aventura.

El sentido de llegar lo obtenían los latinos con el prefijo ad-, formando el verbo advenire (advenio, -is), a partir de cuya forma supina adventum, se derivaron palabras castellanas como adviento y advenimiento.

Con el prefijo prae-, se formó praevenire, para denotar ‘preparar’, ‘avisar’ o ‘advertir’, o sea, prevenir; y con el prefijo con-, el verbo convenire, con el sentido de ‘ir juntos a un lugar’ o ‘ir todos al mismo lugar’, de donde se derivaron las palabras castellanas convenio, conveniente, convención y convento.

¡Como te pareces al agua, alma del hombre! ¡Como te pareces al viento, destino del hombre! (Johann Wolfgang Goethe)
Cuando Neptuno quiere calmar las tempestades no se dirige a las olas, sino a los vientos. (Antoine Rivarol)
Cuando no sopla el viento, incluso la veleta tiene carácter (Stanislaw Jerzy Lec)
El arte necesita o soledad o miseria o pasión. Es una flor de roca que necesita del viento áspero y del terreno duro. (Alejandro Dumas, hijo)
El lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras suenen verdaderas y el asesinato respetable, y para dar una apariencia de consistencia al puro viento. (George Orwell)
¿Hacia dónde vamos? Vamos hacia el sueño... ¿De dónde venimos? Venimos del sueño... Como las olas, como los vientos... (Vicente Gaos)
La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor. (Winston Churchill)
Las pasiones son como los vientos, que son necesarios para dar movimiento a todo, aunque a menudo sean causa de huracanes. (Bernard le Bovier Fontenelle)
La verdad levanta tormentas contra sí que desparraman su semilla a los cuatro vientos (Rabindranath Tagore)
Los vientos y las olas están siempre de parte de los navegantes expertos. (Edward Gibbon)
Mi alegría es oir el ruido del viento en tus cabellos. (Vicente Huidobro)
No hay árbol recio ni consistente sino aquel que el viento azota con frecuencia. (Lucio Anneo Séneca)
No hay viento favorable para el que no sabe dónde se dirige. (Lucio Anneo Séneca)
No puede impedirse el viento. Pero pueden construirse molinos. (Proverbio holandés)
Por muy fuerte que el viento sople, nunca doblegará una montaña. (Anónimo) Sólo podrás conocer la fuerza de un
viento tratando de caminar contra él, no dejándote llevar. (Clive Staples Lewis)
Las espigas hacen cosquillas al viento.
En la veleta, el viento monta en bicicleta.
El desierto se peina con peine de viento; la playa, con peine de agua.
Un papel en el viento es como un pájaro herido de muerte.
El viento es el correo amoroso de las flores.
Lo malo del viento es que no tiene peine.
El viento azota los calzoncillos tendidos.( Ramón Gómez de la Serna, Greguerías, Cátedra.)
El viento del norte da firmeza y vigor a los cuerpos, los fortalece y fortalece sus movimientos, embellece su aspecto, afina el oído, estriñe el vientre, produce punzadas en los ojos. Si previamente tenían dolor en el pecho, los reaviva y aumenta. El viento del sur consume los cuerpos, los debilita, los humedece, produce pesadez de cabeza y dificultad en la audición, debilidad en los ojos hasta casi no ver, dificultad en los movimientos y flojedad de vientre.( Hipócrates. Aforismos, siglo V-IV a. C.)