Cuidado con el Viento
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    Trastornos causados por la furia del Siroco y prevención de los mismos.

    Cuando sopla el Siroco son trastornos muy comunes la astenia y debilidad musculares, la mente se aturde y nos asalta el deseo de no hacer nada. Tal desidia o apatía provoca una pérdida de las facultades de atención, concentración y memoria, a veces incluso hasta niveles que llegan a hacer necesaria una terapia adecuada. Ocasionalmente pueden aparecer también episodios febriles, de manera particular si la temperatura exterior sobrepasa los 35ºC y la humedad relativa es muy elevada. La sintomatología empeora porque la evaporación del sudor queda obstaculizada y, por ello, el organismo no logra compensar el calor que se acumula. Si además las ráfagas son muy violentas, con el aumento progresivo de la temperatura y de la humedad se corre el riesgo de sufrir un colapso o golpe de calor, sobreviniendo la muerte si no se interviene con prontitud y solvencia.

    La prevención de los trastornos causados por el Siroco se llevará a cabo vistiendo ropa ligera, así como ingiriendo agua frecuentemente y en pequeñas dosis para favorecer así la sudoración, que, al evaporarla, sustrae calorías al organismo.

    En personas proclives a padecer depresiones anímicas el Siroco acentúa la enfermedad, sobre todo si el viento es persistente durante unos días; por ello, se recomienda aumentar las dosis de antidepresivos.