Ministerio de Educación
Las Campanas
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    Por más temible que pueda parecer el viento, aunque vague en la noche visitando insomnios y gimiendo en su cansancio, a pesar de sus lamentos o por ellos, acompaña a los hombres y busca también hacer oír su voz y defender su libertad.

     

    Las campanas

    Porque el viento nocturno tiene la triste gracia de vagar en torno a los edificios de esta especie, gimiendo al pasar, tanteando con su mano invisible las ventanas y las puertas y buscando las rendijas por donde poder entrar. Y una vez que lo ha conseguido, como quien no encuentra lo que busca, sea lo que fuere, aúlla y se lamenta para salir de nuevo; y no contento con recorrer la naves, deslizarse junto a los pilares y provocar al órgano profundo, se eleva hasta los techos y se esfuerza en desgajar las vigas para precipitarse luego desesperadamente sobre las losas e irrumpir, entre murmullos, en las criptas inmediatamente asciende con cautela y se arrastra junto a las paredes como queriendo leer en voz baja las inscripciones consagradas a los muertos. Ante algunas de éstas estalla en un grito como una carcajada, y gime y llora ante otras como lamentándose. Tiene también un sonido espectral mientras se entretiene dentro del altar, donde parece entonar, a su manera salvaje, un canto a los males y a crímenes perpetrados, a los falsos adorados, en desafío a las Tablas de la Ley, que tan bello y suave aspecto tienen, pero que tan manchadas y rotas están. ¡Uf! ¡Dios nos libre de todo esto, dejándonos cómodamente sentados en un rincón del hogar! ¡Ese viento de la medianoche tiene una voz terrible cuando canta en una iglesia! Pues ¿y en lo alto del campanario? ¡Allí ruge y silba la tormentosa ráfaga! ¡En lo alto de la torre, donde tiene libertad para ir y venir a través de los múltiples y airosos arcos y troneras, y retorcerse y enroscarse por la escalera que produce vértigos, y hacer girar la crujiente veleta, conmoviendo y haciendo retemblar la torre misma!

    Las campanas.Charles Dickens.